martes, 29 de abril de 2008

Un extraño olor circula por Gran Bretaña

El pasado fin de semana, millones de británicos se despertaron respirando un nauseabundo olor a pocilga procedente del continente europeo que está siendo investigado por el Ministerio de Medio Ambiente.

Los medios de comunicación ingleses han dedicado un espacio a esta noticia centrándose en las posibles procedencias de este tipo de olor que ha invadido el sureste de Inglaterra, incluida la ciudad de Londres. Olor a pocilga, estiércol, aguas fétidas, algas podridas o, incluso, la acción industrial, han sido las posibilidades que se manejan entre los ciudadanos. Sin embargo, Alemania ha sido el país más culpabilizado debido a sus granjas de cerdos.

Water Aid, una ONG dedicada al cuidado del agua, certificaba que Londres no había tenido un aire tan corrompido desde el año 1858, fecha en la que se propagó por toda la ciudad un olor repugnante procedente de las aguas de albañal.

También se ha manifestado al respecto la oficina turística de Windsor, quienes han declarado que el hedor resultaba insoportable y que la primera medida que ha tomado Isabel II, vecina de esa localidad, ha sido cerrar todas las ventanas del castillo.

El sindicato británico de agricultores ha aportado una nueva posibilidad para su procedencia: el esparcimiento masivo de estiércol en Holanda, a pesar de estar prohibido durante el periodo invernal. “Es lo que ocurre cuando se obliga a los agricultores a utilizar de una vez todo su estiércol en lugar de hacerlo de manera dosificada durante todo el invierno”, afirmó el portavoz del sindicato, Anthony Gibson.

La Oficina Meteorológica de Gran Bretaña proporcionó una explicación científica a la vez que simple, contaminación y calificó el episodio como "Euro-whiff" (olor europeo), una combinación de sulfuro y fertilizante de manuro. La atmósfera de Europa del Norte posee unos mayores niveles de polución debido a, sobre todo, las fábricas de chocolate y las granjas de cerdos de Bélgica, Holanda y Alemania; y las factorías de automóviles y de motores diésel. Sin embargo, esta mezcla de olores y contaminación que ha cruzado el Canal de la Manda continuará en la capital hasta pasado el lunes, según explicó el servicio meteorológico Met Office.

Los especialistas han establecido cierta similitud entre este fenómeno y las arenas del Sahara que llegan hasta Inglaterra transportadas por las tormentas de verano. “Los cerdos alemanes son los causantes del mal olor en el Reino Unido”, tituló el sábado pasado el diario sensacionalista Sun. Otras ciudades afectadas este problema fueron Kent, East Anglia y Hertfordshire.

La única solución es que los ciudadanos británicos esperen a un cambio de dirección en el viento que esperemos sea lo antes posible.



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