Conocidos como The craddle of storks (El nido de las cigüeñas), se trata de lugares en los que las madres pueden dejar a sus retoños de una forma anónima y segura. La ventanilla se sitúa en una pared en el vestíbulo de los hospitales a modo de buzón. Tiene una puerta de 50 por 60 centímetros. Cuando esta puerta se abre, se avisa a una enfermera con una alarma silenciosa. Además, hay un interfono por el que se pretende que los padres contacten con el personal sanitario. No obstante, el uso de este comunicador es ínfimo. De esta manera no se consigue paliar la situación, pero sí la seguridad física del niño, que ya no es tirado en la calle ni introducido en un contenedor de basura al azar. En Alemania, los médicos cuidarán del bebé abandonado durante ocho semanas, plazo tras el cuál el infante pasará a los servicios de adopción si no es reclamado por sus progenitores.
En épocas pasadas, el abandono de bebés se debía a nacimientos de hijos ilegítimos fuera del matrimonio. Sin embargo, hoy día las razones pasan a madres que no disponen de medios suficientes para poder criar a sus hijos. En Alemania es ilegal que una mujer tenga a su hijo de forma anónima en un hospital. Por ello, los Baby boxes son la forma más segura y discreta de dejar a un bebé en manos de otros. Al contrario que ocurre en India, donde el acto del feticidio es algo muy arraigado.
Esta ingeniosa medida también choca en parte con la ley, ya que los Baby boxes privan al niño del derecho a conocer su propia identidad, como cita la Convención de los Derechos del Niño en su artículo nº 8. Además, el padre de la criatura también queda con la incertidumbre de lo ocurrido con su hijo.
La implantación o no y el funcionamiento de los Baby boxes depende mucho del país. Así, en Austria se ofrece un servicio que proporciona cuidados al bebé durante los seis primeros meses y es después cuando se lleva al niño a la adopción. En Japón el abandono está penado con un mínimo de cinco años de prisión y el Ministerio de Salud, Trabajo y Social japonés no considera procedentes estas medidas, a pesar de tenerlas en funcionamiento. Por otra parte, este tipo de contenedores están prohibidos en Reino Unido, teniendo derecho las madres a dar a su hijo en adopción de una forma voluntaria.
En Alemania estas ventanillas rozan el límite de la legalidad, pero las leyes sociales consideran que depositar a un bebé en estas ventanillas es como si los padres lo dejaran al cargo de una tercera persona. El dilema viene cuando se utilizan los Baby boxes para abandonar niños de más de tres meses o con algún tipo de discapacidad. Este vacío legal está pendiente de estudio.
1 comentario:
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